El futbol es un hervidero de historias de superación y fortaleza, donde día con día se escriben hazañas que nos enamoran cada vez más de él.

Desde su concepción, cientos de miles de jugadores alrededor del mundo han cautivado a millones de espectadores, que sólo pueden admirarlos desde los asientos y pantallas.

Aún así son contados los futbolistas que consiguen escalar a la cima de los mejores de todos los tiempos, gracias a ese toque mágico que le brindan al campo, digno de estudios en biología y genética para determinar si son o no son de este planeta.

La vida de los atletas de alto rendimiento es difícil y raras veces parecía viajar en el mismo carril que el futbol, más acostumbrado arte con los pies que al músculo poderoso.

Sin embargo eso se revolucionó con la llegada de un astro que jugaba al picado en las calles, pero que decidió complementar su talento nato con una fuerte dosis de trabajo en el gimnasio y una obsesión que roza lo insano, por mejorar, competir, ganar, ganar y seguir ganando.

Un hombre cuyo señorío físico sólo puede compararse con el de su mente, pues cargó todo tipo de penumbras en la espalda antes de ver la luz que sólo la pelota podía entregarle para cambiar su vida, la de su familia y la de incontables fanáticos que han crecido con su póster pegado en la pared.

Como narrar su legado en un sólo video es imposible, dada la gran cantidad de récords y trofeos conseguidos por esta máquina, en Leyendas del Futbol Mundial decidimos repasar el andar de su carrera temporada tras temporada, en una serie especial que tendrá también la versión de su antítesis deportiva, un argentino con el que ha compartido el más elevado escenario por muchísimos años.

Hoy inicia la historia del máximo goleador de todos los libros del balompié internacional; figura histórica del Real Madrid y Portugal, cuyo origen ocurrió en una remota y casi olvidada isla europea, que bien pudo pertenecer al continente africano.

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